miércoles, 20 de agosto de 2014

Aceptar y validar, no sólo tolerar

Siempre recuerdo una aclaración que nos hizo una profesora años atrás, acerca de lo que significa tolerar. Nos decía: "Cuando yo tolero, quiere decir que no me desagrada la presencia de algo. Por ejemplo, yo no tolero el olor a fritura. Si lo tolerara, no me disgustaría, y lo podría soportar por muy malo que sea". La tolerancia es un concepto de tintes muy científicos, como de la física o la química. Pero en el caso de las relaciones humanas, creo que no es el mejor que se podría utilizar.

Aceptar, en cambio, es dejar que el otro u otra sea tal cual como es. No quiere decir que me tenga que hacer amigo de esa persona, o juntarme con él o ella, o estar de acuerdo con su ideología. Para nada. Aceptar es darse cuenta que hay otro ser humano distinto a tí, y saber vivir bien con eso. Es dejar tu narcisismo a un lado, y dejar que el otro u otra se exprese como guste. Siempre teniendo presente la frontera entre mi libertad y la del otro/a, y el respeto a los metros cuadrados. Pero si esa barrera no se ha violado, qué hace que cuestiones una postura distinta a la tuya? Es algo ridículo.

Desde la gestalt, Perls nos dice que aquello que más nos desagrada de otros/as es una faceta que tememos que se exprese de nosotros mismos. A mi juicio, es una idea tremendamente sabia. Fíjate en los estereotipos o características que odias de los demás, y luego pregúntate honestamente si tienes algo de eso. Probablemente, en tu fuero interno, puedas llegar a encontrar características similares en ti mismo. Desde el psicoanálisis, estás reprimiendo, por miedo al rechazo de los demás, y a su vez devaluas en los demás lo que no quieres en tu vida.

Hablé del estilo narcisista, ya que un problema recurrente de este estilo de personalidad es la falta de aceptación de los demás. Voy a explicar este fenómeno: el narcisista, o egocéntrico, cree y siente en el inconsciente (o quizás es consciente de ello) que el único modelo de ser humano a seguir es el de sí mismo, por tanto rechaza todo aquello que se diferencie o atente contra esta esta idea. Es decir, aceptación nula. Por tanto, no es raro que estos sujetos pierdan continuamente sus amistades y fallen en sus relaciones en general, puesto que las personas alrededor de un narcisista, en un punto se dan cuenta de lo restrictivos e incapacitantes que son los narcisos. O en caso contrario, pueden llevarse bien con un/a masoquista, una persona con autoestima disminuida, sumiso/a o de similares características. Si sientes que tu estilo de personalidad es predominantemente narcisista, que es un estilo bastante común, debes tener consciente este aspecto de tu personalidad, y evitar que provoque sinsabores en tus relaciones interpersonales. Practica tu capacidad de aceptar las diferencias.

Luego que hayas podido aceptar a tu semejante, validarlo es algo muy importante. A todos nos gusta que nos validen, que nos digan lo bien que lo estamos haciendo en tal o cual cosa. Validar es otorgar libertad plena al otro/a. Es decir que sí, que lo está haciendo perfecto, que siga así. Y sin perder la capacidad de crítica constructiva, lo podemos hacer. No es complicado aplicar estas conductas en tu vida. Parte por aceptarte y validarte a ti mismo, y no te será difícil con los demás. Aceptemonos con nuestras diferencias, y una vida en armonía para tí y aquellos a tu alrededor estará garantizada.

domingo, 17 de agosto de 2014

Roles sociales: disfraces impuestos... o escogidos?









El rol social es algo con lo que todos debemos lidiar desde la temprana infancia, y casi sin descanso. A su vez, utilizamos los roles para desenvolvernos en sociedad, ya sea personificando o atribuyendo los roles a las personas a nuestro alrededor. Estos roles son pautas de conducta que la sociedad impone y espera de cada uno de nosotros en una situación determinada. Esto supone un limitante bastante grande para la identidad, puesto que el rol la opaca, llegando a menguarla muchas veces, cuando el rol se apodera completamente del sujeto.

En diversos ámbitos de nuestra vida, estos roles nos son impuestos. Partiendo por la familia, en la cual ya desde el sexo o la configuración de hermanos y otras figuras dentro del núcleo familiar, se nos "otorga" un rol determinado, ya sea que fueses el hermano mayor, el del medio, el menor, la niña o el niño. A nivel de carácter, ésta también influye fuertemente en el rol familiar. Si eres más extrovertido que tus hermanos/as, probablemente tus padres asuman que la preferencia de opinión la tienes tú, y viceversa. Luego llegas a la escuela, y se te asigna otro rol dentro del curso, ya sea el de aplicado, desordenado, conversador, llorón, etc. En las etapas más tempranas (infancia, pubertad, adolescencia), todos estos roles asignados en la familia, escuela, vecindario, etc., juegan un papel decisivo en la formación de nuestra personalidad, ya sea utilizando estos roles, o rebelándose contra a ellos. 

En la etapa adulta, esta dinámica de roles sociales puede ser mucho más aguda, por el hecho de que convivimos con una mayor cantidad de grupos, al poseer una vida social más activa como lo exige esta etapa. En el trabajo, en la calle, en el banco o cualquier comercio, con los amigos y amigas, con los conocidos, y un largo etcétera. Todos nos asignan roles, y nosotros a ellos. Por lo tanto, ya es un sistema definitivamente instaurado, y desde que la sociedad existe. Los roles sociales operan a partir de las primeras impresiones y así se crea este disfraz, que la sociedad te presiona a usar. Por lo tanto, lo mejor que se puede hacer es tener presente los roles que se nos asignan desde un principio en cada lugar, y asumir una postura crítica, inclusive utilitarista, ante ellos. Utilizar los roles? Por supuesto. Te pueden jugar a favor, en caso de que el otro asuma que posees un rol de mayor estatus dentro de ese círculo, ya sea porque tienes más competencias o poder de cualquier clase (económico, social, político, etc.). También puedes escoger un rol determinado, siempre que puedas llegar a personificarlo. A fin de cuentas, un rol social es tan sólo una consecuencia, una representación de un aspecto determinado de la identidad propia, que ha salido a la luz ante los demás, y por eso te lo asignan de tal manera, sea prejuicio o apreciación realista, para bien o para mal. 

Para entender las implicancias teóricas del concepto de rol social, recomiendo leer este artículo: http://es.wikipedia.org/wiki/Rol_social [Para ser de Wikipedia está bastante preciso]. Por lo pronto, me limito a describir el rol social desde la experiencia, y la verdad me parece un fenómeno bastante limitante de conocer la realidad, ya que al asignar roles, le ponemos barreras a las personas, asumiendo una postura de no aceptar las diversas facetas que cada uno de nosotros puede llegar a poseer. Hay personas a las que les encanta asignar roles de su antojo a los demás, incluso sin conocer al otro, y creo que ahí estamos hablando de una neurosis. Al respecto, entre menos prejuiciosos seamos, más inclusivos podremos ser, y estaremos más abiertos a una experiencia humana desprejuiciada y sin disfraces.

viernes, 15 de agosto de 2014

El destino te maneja, o tú manejas tu destino?

Siempre me ha llamado la atención la actitud de algunas personas acerca de su vida y su realidad, las cuales se ven como dependientes e incluso esclavos de su destino. Esto se evidencia en cada frase que emiten, en sus actos y sus no-actos, y en otros aspectos individuales. Es común este fenómeno sobretodo en la población mayor, los viejitos y viejitas, quienes también por un tema de desventaja física debiba a la edad, asumen una postura de desvalidos frente a la vida, y dependientes totalmente de sus circunstancias. Ya, esto se puede entender, aunque quizás no sea lo ideal... Sin embargo, cuando la persona de actitud pasiva no corresponde a este rango de edad, creo que nos encontramos con un limitante o problema para la vida de esa persona "joven". Creo que son personas que temen vivir, y por ende, se dejan llevar por la inercia de sus circunstancias ambientales. Para ser más claro, voy a citar algunas frases propias de la persona "desvalida":
  • Dios quiera que pase X cosa; nos vemos si Dios quiere.
  • Si tengo suerte, me ira bien.
  • Todo depende de X, no puedo hacer nada.
  • Nadie se acuerda de nosotros los pobres; así es la vida del pobre.
  • Para todo se necesita tener plata.
  • La vida está llena de peligros.
En todas estas frases, hay un patrón común de pasividad y victimización. En el caso de la población en situación de pobreza, podemos estar de acuerdo o no en que el sistema social es injusto, y por ende no todos nacemos con las mismas condiciones de supervivencia. Sin embargo, la personalidad de cada individuo y su motivación de superación pueden hacer mucho en el vuelco a su destino, teniendo presente que esto requiere de un cambio de mentalidad que muchas veces no se da por diversas razones. Veamos ahora unas frases similares, pero con una actitud ante la vida completamente distinta:
  • Yo quiero que pase X cosa; quiero que nos veamos.
  • Confío en que me va a ir bien.
  • Depende de X, pero por mi parte puedo hacer Y cosas para que salga bien.
  • Vivimos con falta de recursos económicos, pero con esfuerzo podemos salir adelante.
  • La plata es necesaria, sin embargo de X manera podremos remediar en algo la falta de recursos.
  • En la vida hay situaciones de riesgo, las cuales debemos saber sortear.
Si se fijan, el locus de control cambia en estas frases, pasa de ser externo a interno o intrínseco. Es decir, las personas con una actitud activa y motivada, son capaces de hacerse cargo de sus circunstancias, y dominarlas en beneficio de mejores resultados para su vida, contrario a las personas de actitud pasiva y resignada. Aquí el lenguaje utilizado juega un papel decisivo en la actitud que tengamos frente a la vida. Si te sentiste identificado con alguna de las frases de más arriba, te sugiero que trabajes mentalmente en ella(s), y de esa manera te re-programarás ante el destino de una manera mucho más efectiva, y los resultados sin duda serán mejores.

Como seres humanos, tenemos el potencial para hacer lo que sea. La cosa es poder llegar a activar estas potencialidades, y transformarlas en actos. Al sistema social no le conviene tener solamente personas empoderadas de su vida, ya que no habrían cargos de sumisión imprescindibles para un buen funcionamiento de este. Sin embargo, de tí depende el rumbo que tome tu vida. Basta de depender de todo. Toma aquellos aspectos de tu vida  que puedas mejorar, y acción! Sal de tu zona de confort, y verás lo bien que se siente. Lo más difícil es empezar. 


miércoles, 6 de agosto de 2014

“Cuidado! Se puede quebrar…” Obstáculos para la creatividad

Seguramente te parece familiar la frase contenida en el título. Parece como una orden de un adulto a un niño, un llamado a la prudencia o algo por el estilo. La verdad es que es bastante común ver a padres, madres u otros frenando a los niños en sus acciones. Si bien es importante que el pequeño posea reglas de conducta desde un adulto responsable, acerca de lo que puede y no puede hacer, lo cierto es que muchas veces los padres exageran en su manera de reglar a los hijos, con consecuencias lamentables para su desarrollo.


La creatividad es un tema que me apasiona bastante, sin embargo nuestra sociedad no siempre la valora, y tristemente se condena y/o discrimina a los creativos en ocasiones. En el desarrollo psicológico del individuo, es imprescindible que existan espacios de fomento a la creatividad, tales como el arte (dibujo, pintura, escultura, canto, baile, música, etc.), la libertad en su expresión ya sea oral, escrita, corporal o de cualquier tipo. Los niños nacen con la semilla de la creatividad, la cual, o bien se fomenta y crece, o se reprime y muere. Lo más común es lo segundo creo yo. En efecto, aunque en la infancia se manifieste la creatividad muy a flor de piel, los padres muchas veces cometen el error de coartarla, a través de órdenes prohibitivas hacia sus hijos. Por ejemplo, en el ámbito doméstico, lo ideal es que el niño tenga un espacio de recreación en donde pueda hacer todo el desorden que quiera, pintar, rayar (incluso las paredes, sería lo ideal) y expresarse a la manera que guste. Pero no siempre sucede así. En muchos casos, por diversos factores, el niño debe estar ceñido a las reglas de un living pulcro y ordenado, donde no debe tocar nada o si no cosas terribles pueden suceder… Parece absurdo, pero ese es exactamente el mensaje que un padre o una madre le da a su hijo/a al prohibirle que toque algo, que diga algo, que camine, que respire! En consecuencia, un niño que constantemente está siendo reprimido en sus actos, muy probablemente desarrollará una personalidad en base a este mecanismo de represión, siendo un niño retraído, de autoestima disminuida, o bien, un autómata inexpresivo.

Por otro lado tenemos al sistema social, que no hace más que fomentar esta represión. Carabineros, inspectores de colegio, jefes punitivos, sanción social (mirar feo, burlas a nivel grupal), y todo este tipo de entidades, puede que cumplan funciones útiles (a veces), pero muchas veces no hacen más que replicar el prototipo de padre o madre coartador/a. Para qué decir la tele, que reproduce una y otra vez, sin interrupción, los patrones anti-creativos de conducta. Todo está en contra de nuestra expresión auténtica del espíritu, la creatividad intrínseca. A fin de cuentas, para poder ser creativo, hay que ser bien creativo.

A nivel social, ocurren fenómenos dramáticos, que en lo personal me impactan. Se da mucho que cuando una persona X manifiesta su creatividad, es motivo recurrentemente de burlas, risas, comentarios insidiosos, etc., etc., etc… Si se fijan, el fenómeno de fondo es muy obvio: están reproduciendo los mensajes parentales aprendidos, por pánico a las cosas nuevas, al cambio y a la innovación. Pasa también con las preferencias. Ejemplo: un grupo de metaleros o hip-hoperos (se nota mucho el patrón en estos casos), escuchan su estilo de música, buena onda, pero llega alguien escuchando algo ligeramente distinto, y empieza el “bullying” hacia ese sujeto, con bromas de todo tipo, para denostarlo social y públicamente. Voy a citar también a los adolescentes, ya que en esta edad las conductas son mucho más evidentes que en la adultez. Los adolescentes se preocupan mucho de “encajar” en los grupos a costa de lo que sea. Y como no tienen una identidad bien definida, se pasan de un estilo a otro, y muchas veces renuncian a sus intereses intrínsecos para poder formar parte de un grupo social que posea status en su contexto. Y así sucesivamente, casos abundan acerca de este fenómeno de anti-creatividad que reina en la aprisionante sociedad actual.


A modo de cierre, me gustaría sugerir a los padres y madres que están leyendo esto, que fomenten la creatividad de sus niños. Lo ideal sería que estudiaran en un colegio acorde a esta necesidad, pero si no se puede, la casa es un potencial santuario de fomento a la capacidad creativa. Cómprele juguetes que lo hagan pensar, estimulantes, fomente el arte manual, dele un espacio físico de libertad a su hijo o hija, y por favor no le diga que NO todo el día, no le ponga un exceso de reglas, y verá como este niño resultará ser un adulto muy creativo, mental y emocionalmente ágil, libre, espontáneo y sagaz. Y si tú te consideras potencialmente creativo, exprésate, dale, fluye! Lo demás da lo mismo, sé tú mismo y serás libre.

domingo, 3 de agosto de 2014

Existencia escindida

La escisión es un mecanismo de defensa primitivo, es decir, surge en las fases más tempranas del desarrollo humano. Consiste en la incapacidad de ver al yo o los objetos (toda la realidad circundante) con sus cualidades positivas y negativas, virtudes y defectos, como parte de un todo integrado. En consecuencia, la persona que escinde, utiliza pensamiento dicotómico, polarizado, en donde sólo puede percibir la realidad de manera buena o mala, sin puntos intermedios. Divide a los objetos, la realidad, y su yo o ego también se ve afectado por esta escisión. Es un mecanismo de defensa bastante común en estructuras de personalidad psicóticas, así como también constituye una característica distintiva del trastorno de personalidad límite o borderline, cuya estructura de personalidad es límite, entre lo neurótico y lo psicótico. Puede darse con menor frecuencia entre los neuróticos.

Las consecuencias prácticas de escindir la realidad son a múltiple escala. En lo social, contribuye a relaciones inestables, experiencias emocionales intensas, tanto positivas como negativas, y cambios de humor oscilantes. Quien escinde utiliza muchas veces otros dos mecanismos primitivos, como lo son la idealización y la devaluación. Cuando el individuo idealiza a otro/a, sólo puede ver las características positivas, y las resalta. Por otro lado, al devaluar lo que hace es anular a un otro, viendo sólo lo malo de esa persona. Podemos encontrarnos continuamente con personas que utilizan la escisión, por ejemplo, en su discurso, en su manera de relacionarse, etc. Hay quienes aman profundamente a unos/as y a otros los repudian y odian; ahí se percibe la intensidad emocional con la cual actúa el individuo. Son personas muy intensas. También se da en las relaciones de estos individuos, quienes dividen a sus grupos sociales según buenos y malos, gente de bien y distorsionados, y modelan su manera de relacionarse en base a estos parámetros.  O también cuando se percibe a los deberes como una instancia de pulcritud, orden y disciplina, y a los placeres como un desatarse, un placer culpable o una liberación de algo acumulado. Bueno, a todos nos pasa esto último en mayor o menor medida, sin embargo en la personalidad límite se ve mucho más intensificado el fenómeno, llegando a generar en la persona una identidad disociada.

Los adolescentes muchas veces utilizan la escisión, y se van más a los extremos en sus concepciones. Sin embargo, esto es una conducta esperable para la etapa evolutiva, por lo tanto no debe ser un gran motivo de preocupación. Cuando sucede en la vida adulta, el individuo en su fantasía, vive constantemente entre el bien y el mal, en todo lo que lo rodea. Esto supone una escisión del yo, no pudiendo integrar sus propios aspectos positivos y negativos, ni tampoco los de los objetos, lo cual genera relaciones poco efectivas y sufrimiento en estas personas.

Hay instituciones e instancias que promueven fuertemente el estilo de vida escindido en los individuos. Ejemplos: la iglesia, algunos trabajos, familias ultra conservadoras, fuerzas armadas, etc. En general, el patrón es el mismo para todas: al poseer reglas tan limitantes para la libertad, y a veces punitivas, estas instituciones provocan que la persona en contexto privado, fuera de los ojos "vigilantes", actue completamente distinto (desatado) a como lo hace cuando se encuentra en el ámbito público, bajo la mirada de dichas instituciones. Es triste, puesto que lo que provoca a fin de cuentas es una desintegración del yo, y significa un gasto extra de energía mental para las personas. El escindido actua papeles distintos en cada situación, no pudiendo ser el mismo, y pierde autenticidad.

Algunas películas que abordan más o menos el mecanismo de escisión, son El Club de la Pelea, Inocencia Interrumpida y Mr. Jones. Una de mis favoritas es Fight Club. A continuación, los trailers de cada una.



martes, 29 de julio de 2014

De dulce y de agraz


En esta ocasión me quiero ir un poco en la filosófica/existencial, y voy a hablar de la vida misma; qué tema, no? La vida de cada uno de nosotros, como dice el título, tiene de dulce y de agraz. Algunos dicen "de dulce y de grasa" jakjajja... Pero no, es agraz la palabra. No tenía idea lo que significaba, así que la busqué y me aparecieron definiciones como estas:

- Dicho de la uva y de otros frutos: sin madurar.
- Desagradable, molesto.
- Amargura, sinsabor, disgusto.

Todas estas definiciones de agraz van un poco en la misma línea, aludiendo a algo malo, amargo, etc. Y lo dulce, sabemos instintivamente que se asocia a cosas ricas, buenas, inclusive saludables (un diabético estaría en desacuerdo con esta afirmación, pero bueno...). Lo que quiere decir este refrán, es que la vida esta hecha de contrastes, de momentos positivos y negativos. Y por la experiencia sabemos que es así, verdad? Creo que todos tenemos experiencias que recordamos con cariño, placer, alegría, así como otras que son más bien para el olvido, por lo desagradables que fueron (o siguen siendo?). Lo ideal es ir superando estos episodios y centrarse en el presente. No obstante, hay muchos quienes se quedan "pegados" en los hechos, con culpas, resentimientos, vergüenza o rencor. Esto se asocia a una estructura de personalidad neurótica, la cual utiliza como mecanismo de defensa principal, la represión. Es decir, los neuróticos reprimen episodios negativos, se los guardan y no los superan. Así, muchas veces viven masticando estas malas experiencias constantemente, lo cual afecta a su estado de ánimo y otros factores en su día a día. No quiero mantenerme al margen de esto, creo que también tengo algo de neurótico, al menos algo... Y es complejo, puesto que, a veces aunque queramos superar episodios desde lo mental, nuestras emociones no nos dejan. A los adolescentes les complica mucho esta situación; se ahogan en un vaso de agua. Recuerdo mi adolescencia, donde hacía una tragedia de cosas pequeñas. También lo he visto en otros jóvenes hoy en día. Afortunadamente, la madurez nos aporta (no siempre) más paciencia y serenidad ante los hechos y la adversidad, y mayor tolerancia a la frustración. Como la madurez de la uva, que la hace más dulce. O la del vino, que lo hace más sabroso.

Aunque hayamos tenido experiencias difíciles, hay que hacer el esfuerzo de superar estos episodios, y desarrollar nuestra resiliencia. Este término está bastante manoseado, sin embargo es un concepto muy bello. Habla de aquellas personas que a pesar de la adversidad, salen adelante, y fortalecidas. Son personas admirables.

Hablemos ahora de lo dulce. Voy a introducir con una experiencia de hoy. Debía presentar una actividad de práctica ante los profesores de psicología organizacional de la universidad. La cosa es que llegué muy temprano a la u, citado por el profe, quien ha sido de gran ayuda para mi aprendizaje. Me asesoró bastante sobre cómo tenía que presentar, así que fue algo positivo. Esta tarde, presenté mi actividad, y adivinen que? Todo bien! De cierta manera me felicitaron, y criticas no hubo por ningún lado. Para mí fue un momento bastante positivo, ya que además creo que lo hice bien, me expresé con claridad y supe responder todas las preguntas. Bueno, este para mí fue un momento dulce. 

La vida se compone de cosas buenas y cosas malas. Creo que una actitud ante la vida que nos trae beneficios y bienestar, es destacar lo positivo por sobre lo negativo. Hace unos días hablé con mi abuela por videoconferencia, y me decía eso: "Hay que ser positivo, ver las cosas buenas de la vida". La quiero mucho y ha sido una persona importante en mi vida, me ha entregado un sinfín de aprendizajes y mucho cariño. Ella siempre destaca lo positivo y goza la vida. 

Amigos, debemos intentar plantarnos de manera optimista ante la vida. La energía positiva atrae más luz, y la negativa la aleja. O sea, que prefieres: ponerte un sol en la cabeza, o un nubarrón?? Veamos el vaso medio lleno, como se suele decir. Alejémonos de los estímulos depresores, ej: la tele (revisa aquí: http://psicodeliza.blogspot.com/2014/07/la-tele-nos-tiene-cagados.html). Querámonos, y cuidemos nuestra salud mental. Namasté.


























martes, 22 de julio de 2014

El instinto de vida

Esta es otra de las pulsiones innatas de las que hablaba Freud, y tiene que ver con aquellos actos que hacemos (o nos hacemos) para preservar la vida, y no sólo preservarla, sino que vivir de manera más satisfactoria con nosotros mismos y con los demás, a través de la transmisión de emociones o afectos positivos. Freud la nombró como Eros, que en griego alude al amor romántico o íntimo, como el de una pareja de pololxs (en sentido genérico). En el idioma helénico, existen otras tres denominaciones del amor, a saber:
  • Storge, amor de familia, ya sea parento-filial, fraterno, o entre parientes consanguíneos o no.
  • Philia, amistad; el idioma le ha dado a esta palabra una connotación erótica, y muchas veces negativa, como es el caso de varias parafilias. 
  • Ágape, amor desinteresado, ya sea caritativo o devocional. Este amor nace en personas con profundo desarrollo espiritual hacia una creencia determinada.

Es curioso que nuestro idioma español no posea una diversificación tal como en el griego y otros idiomas, acerca de los tipos de amor. Sólo en el ámbito académico (psicología), se han establecido clasificaciones del amor. Sin embargo, en el lenguaje popular no se da así... acaso será que en la cultura hispanoamericana sabemos poco del amor? Particularmente en Chile, tengo la impresión de que en general cuestan las demostraciones de cariño entre personas. Como país somos poco demostrativos. Además, hay una tendencia de la cultura a satanizar algunas manifestaciones del instinto de vida por considerarse inmorales, ilegales, propasadas. No es raro, dado los casos que se han visto de abusos sexuales, violaciones y otro tipo de conductas disfuncionales que la tele muestra constantemente. Y también por influencia de las religiones, que lamentablemente califican de pecado a todo lo que se pueda asociar al sexo, entre muchas otras cosas. Esto trae consecuencias a nivel social, ya que muchas personas, influenciadas por este tipo de mensajes, le tienen miedo al amor o cualquier cosa que se le parezca. El sexo es una cochinada para muchas personas.

Es así que como especie humana nos vamos alejando continuamente de nuestra naturaleza, nuestros instintos básicos, tales como el acto sexual (y sus variantes), que son algo normal y necesario para la reproducción, el desarrollo y el placer. El sexo es una necesidad básica; no es un pecado. Algunos se van al otro extremo, y viven para el sexo (ej: prostitución, promiscuidad, consumidores compulsivos de porno, etc). Quizás esto ocurra como producto de la extrema represión sexual, como una reacción opositora al statu quo, ya sea inconsciente o conscientemente.

A pesar de esto, sí existe el afecto positivo genuino y saludable, de algunas maneras que podemos identificar a continuación:

  • Demostraciones de afecto en general: caricias, besos, abrazos, palmaditas, palabras afectuosas, intimidad sexual.
  • Preocupación por el otro/a, que puede ser expresada con actos como defenderlo/a frente a un tercero, invitar a salir, pagar una cena, o la preocupación de la madre o el padre frente a su(s) hijo(s).
  • Ser altruista, filántropo, es decir, entregar cariño de forma desinteresada y por un bien social, ejemplos: hacer voluntariado, donar dinero, sangre, órganos, ropa u otros insumos.
  • Satisfacerse o satisfacer a otros/as de cualquier manera que te puedas imaginar: un carrete, tragos, estimulantes o estímulos, drogas blandas o duras (más allá de lo socialmente aceptable o establecido), comida, juegos, deportes, viajar, música, películas y un largo etcétera de actividades placenteras para cada individuo.
  • Ser creativo, expresar nuestros sentimientos de cualquier manera: una canción, una pintura, un dibujo, escultura, diseño, actuación y todas las artes que se te ocurran. Tener un hijo también se considera un acto creativo (al respecto, leer a Osho).
Un autor al respecto, y bastante interesante, es Abraham Maslow, quien fue uno de los padres de la psicología humanista. Este psicólogo desarrollo extensamente la noción de autorrealización, la cual consiste en palabras sencillas, en un punto del desarrollo humano en el cual la persona se siente plena en su vida, y la mayoría de sus actividades las vive con placer, incluso el trabajo. Pues bien, la persona autorrealizada (o autorrealizadora) utiliza casi completamente su instinto de vida - mezclamos aquí un poco de Freud con Maslow - realiza sus actividades con dedicación, inclusive vocación. Este concepto revolucionó la idea, muy médica, de ver al ser humano tan sólo como aspirante a la normalidad (que ya hemos dicho que no es lo ideal, en esta entrada: http://psicodeliza.blogspot.com/2014/07/la-normalidad-es-buena-freud-afirma-que.html), estableciendo nuevos peldaños de desarrollo, tales como la autorrealización, y posteriormente la autotrascendendencia, que ya alcanza niveles espirituales. 

Éste ensayo habla de la pirámide de Maslow y su enfoque con respecto a la sexualidad, ya sea con afecto o sin él calentura . Está bastante bueno: 

Creo que si culturalmente tuvieramos estas nociones más arraigadas, seríamos personas más felices en general, entregaríamos más afecto y tendríamos aspiraciones mucho más ambiciosas para nuestro futuro. Por lo pronto, es bueno que cada uno/a intente expresar el instinto de vida en su vida, y de esa manera estaremos al otro lado, en paz con nosotros mismos y con los demás. El siguiente paso es nuestra evolución como sociedad.

jueves, 17 de julio de 2014

El ambiente y las emociones

Ya que hablé anteriormente de agresividad, cabe mencionar que esta se provoca a raíz de emociones negativas de la persona que (se) agrede, como pueden ser el miedo, la rabia, la pena, etc. Otra variable de las dinámicas emocionales tiene que ver con que todo el tiempo estamos estableciendo interacciones emocionales con el entorno, en la familia, en la calle, con los amigos y amigas, o en situaciones cotidianas. Es una cualidad común a la especie humana. Lo complicado viene cuando sin darnos cuenta, nos ponemos de mal humor, o sea, nos surge una emoción negativa. Porque si es una sensación agradable, da lo mismo, sólo queda disfrutarla.

En lo personal, me pasa harto esto de enganchar emocionalmente. Lo llaman sensibilidad. En general me considero relajado, pero hay hueás que me empelotan. Recuerdo una mañana especialmente penca, tenía que ir a mis labores de práctica y me pasaron cosas como éstas:
  1. Me desperté sin dormir bien, de mal humor y cansado.
  2. No tomé desayuno porque iba atrasado (estaba a 30 kms. del centro de práctica)
  3. Las micros no me paraban, y la que lo hizo se demoró más de media hora en pasar.
  4. Me subí, y la hueá iba llena, pero llena llena, onda que no podís mover ni el brazo, menos ponerte el mp4. Agrega a eso la escasés de oxígeno adentro.
  5. Llegué como 20 minutos tarde, parece que no me cacharon..
Como ven, las situaciones hicieron que mi emoción negativa aumentara considerablemente. Ahora veamos una experiencia de interacción emocional positiva:
  1. Me desperté descansadito, dormí de 7 a 8 horas como corresponde.
  2. Tomé desayuno relajao, su café y sus galletas.
  3. Caminé a la pega, me queda a dos cuadras (esta vez estaba en Chillán)
  4. Llegué a la hora, saludé a la gente de la oficina y me instalé, todo bien.
  5. Fue una mañana agradable, me sentía enfocado y creativo. Además, el día estaba bonito.
Ven la diferencia? Es cuática la manera como las circunstancias y el entorno nos influyen en el estado de ánimo y en lo que sentimos. Por eso, a veces es mejor evitar ciertas situaciones o personas que frecuentemente nos cagan la onda, y hacernos hábitos positivos en el día a día. No se trata de llevar un control exhaustivo/obsesivo de lo que siento, porque eso es complicado; hay veces en que no sé que cresta me pasa emocionalmente hablando, y es natural. Aunque lo mejor es poder ser capacer de reconocer nuestras emociones y sus circunstancias, y encauzarlas hacia lo positivo.

miércoles, 16 de julio de 2014

El instinto de muerte, parte 2: agresividad.

Ya dediqué una entrada al instinto de muerte en lo que se refiere a la autoagresión. Ahora corresponde ver algunos aspectos de este nefasto impulso en lo que se refiere a destruir a los de al lado; una manera muy común es el clásico chaqueteo, como se conoce en Chile, o sabotaje para que se entienda. En lo particular, me parece un muestra de pobreza humana bastante grande, y no hablo de pobreza económica, sino de pobreza espiritual, incluso intelectual. Conozco algunas personas que practican el arte del chaqueteo constantemente, ya sea en persona o través de otros medios. Las redes sociales (facebook) son un caldo de cultivo para este tipo de agresiones, sobretodo de manera solapada o pasivo-agresiva. Es triste ver como algunos/as se dedican a tirar palos, indirectas, a sus "amigos" de Facebook. Lo peor es que a la víctima en este caso, se le dificulta bastante poder confrontar estas cosas, dada la falsedad del mundo virtual de querer quedar bien con los demás. Algunos son tan sumisos que le ponen "me gusta" al palo que va contra ellos. Insólito.

He hecho un análisis un tanto visceral y agresivo de esta situación, pero es que me apestan profundamente los weones pasivo-agresivos, por lo cobardes y falsos que pueden llegar a ser. En fin, voy a describir algunas conductas de agresión a los demás:
  • Agresión física, de diversa gravedad. Abuso de fuerza en general.
  • Agresión verbal, de diversa gravedad. Denostaciones, garabatos de grueso calibre.
  • Agresión psicológica en diversos grados. Manipulaciones, chantaje, extorsión, amenazas de cualquier tipo. 
Estas tres que mencioné son formas de agresión explícitas y directas, penadas inclusive por la ley...pero hay más, que muchas veces pasan piola...
  • Conducta pasivo-agresiva: voy a explicar en sencillo este concepto. Es un rasgo o estilo de personalidad en el cual la persona no agrede a los demás de manera directa, sino que lo hace a través de diversas formas indirectas. Ejemplo: comprometerse a algo y no cumplir, poner mala cara pero no decir nada, ir a una situación social y funarse, o sea, aburrirse o enojarse, demostrando esta emoción activamente para cagar el carrete de los demás. Si se fijan, hay un rasgo común de fondo en este tipo de conductas, que tiene que ver con lo solapado de los mensajes que transmiten. Por eso digo que son cobardes, ya que no se atreven a confrontar de manera directa a los demás. Esto supone un conflicto grande para quien recibe estas agresiones, ya que muchas veces no se da cuenta, pero igual la agresión afecta a nivel inconsciente.
  • Discriminaciones de cualquier tipo, ya sea por edad, sexo, orientación sexual, situación socio-económica, raza o etnia, ideología política, religiosa o espiritual, etc.
  • Imponer la opinión propia por sobre las demás, anulando y no respetando el pensamiento del otro/a.
  • Acoso, ya sea laboral, sexual, escolar, doméstico. 
  • Normas sociales formuladas de manera ilógica, es decir, injusta a fin de cuentas. Coartar la libertad individual de las personas, mientras esta no viole la libertad de los demás, constituye a mi parecer una forma de agresión profunda, que muchas veces avalamos como sociedad porque la norma así lo dicta y hay que hacerle caso. Los ejemplos son muchos: algunas leyes, las religiones en ocasiones,  los reglamentos internos, la tele basura, noticieros, diarios, tradiciones familiares enfermizas... Estas agresiones tienen bastante de pasivo-agresivas, así que traten de detectarlas antes de recibir el puñetazo en la cara.
  • Agresión por omisión o negligencia. No podemos pretender ser superhéroes salvando a todos los demás, sin embargo hay situaciones en las cuales el o la de al lado necesita tu ayuda en ese momento, y no darse cuenta, o no querer cooperar, es un tipo de agresión.
La lista aquí es bastante larga, no me detendré a pensar en más por ahora. Lo que quiero decir es que repudio profundamente la agresión en general, y trato de luchar contra ella día a día en la medida de lo posible. Por eso les digo amigos, no sean peleadores, no anden con la cara larga todo el día, no sean chaqueteros por favor... Yo creo en el karma, aunque esté manoseado el término; creo que lo que hacemos es lo que se nos devuelve, y eso lo he comprobado día a día. Sean personas de bien, pásenlo bien, portense mal pero sin cagar a nuestros hermanos de al lado.

martes, 15 de julio de 2014

El instinto de muerte, parte 1: autodestrucción.

La teoría freudiana plantea un concepto bastante decidor acerca de la naturaleza humana, que tiene que ver con el instinto de muerte. Para Laplanche et al. (1996), este tipo de pulsiones se dirigen hacia dos focos distintos, cuando las expresamos en conductas. Por una parte, hacia dentro, a nosotros mismos, con tendencia a la autodestrucción. Por otro lado, las encauzamos hacia el exterior, manifestándola en forma de pulsión agresiva o destructiva.

Si miramos este supuesto teórico en la realidad, nos podremos dar cuenta de lo cierto y evidente que resulta al analizarlo en nuestra vida diaria. Resulta triste darse cuenta de que, en la fantasía inconsciente, constantemente nos queremos matar a nosotros mismos y a los demás, a cada rato, y muchas veces sin percatarnos. No estoy diciendo que las personas seamos todas suicidas, psicópatas ni asesinos. Lo que pasa es que en el mundo inconsciente, cabe precisar que la realidad visible se exhalta notoriamente en función de lo que es moral, correcto o lógico. Lo vemos reflejado en nuestros sueños. Tal como relataba Freud, estos constituyen un acertado reflejo de nuestros instintos más ocultos. Y entre ellos, ese deseo inconsciente de matar.

Voy a ser más explicativo al respecto. Con respecto a la manifestación de este instinto hacia dentro, es decir, autodestructivo, hay múltiples conductas que pueden ser gatilladas por este deseo suicida inconsciente; algunas son las siguientes:
  • Abuso de sustancias autodestructivas, como pueden ser el alcohol, tabaco, drogas duras, incluso el azúcar  o la comida basura pueden ser una manera inconsciente de destruirse (se materializa en diabetes, obesidad, insuficiencias orgánicas en general).
  • El rasgo masoquista de mantener relaciones autodestructivas, ya sea con amigos, parejas, inclusive con miembros de la familia, que inconscientemente coartan las capacidades o la felicidad de esa persona
  • Autolimitarse a través de la procrastinación, falta de voluntad, autonegligencia, incapacidad o despreocupación por la situación propia, etc. Esto puede ser causado por una baja autoestima y/o relaciones autodestructivas "mutilantes". Se manifiesta, por ejemplo, en cuadros depresivos, casos de situación de calle, extrema dependencia de los demás, y muchas otras.
  • Agresiones, ya sea activas o pasivas, hacia nuestra propia persona. Ejemplos: anorexia, tricotilomanía, bulimia, emborracharse o drogarse en exceso, automutilación, culpabilizarse por todo.
  • Conductas riesgosas, que si bien podrían aumentar la adrenalina o provocar emociones positivas, también constituyen a nivel inconsciente un intento de autodestrucción. Aquí entran los deportes extremos en general, el uso de drogas peligrosas, enfrentar situaciones de riesgo como andar en un barrio peligroso por la noche, una pelea callejera, promiscuidad, etc. No siempre son dañinas, sin embargo constituyen posibles riesgos igual.
  • Exponerse a situaciones tediosas o desagradables, en contra de nuestra voluntad, pero que sin embargo las hacemos igual. Ejemplos: estar con personas que no nos agradan, hacer sacrificios en general, ya sea al comprometerse con algo aburrido, sacrificar nuestros deseos en favor de creencias religiosas fanáticas, tradición familiar, normas institucionales, moral obsesiva enfermiza y cualquiera de esas estupideces que te cagan la cabeza a la larga.
Esas son algunas que se me han ocurrido, de seguro hay muchas más. Al respecto, me gustaría decir, como consejo, que no se dejen llevar por estas pulsiones, intenten detectarlas antes y reflexionar al respecto. Puesto que el llevarlas a cabo es entrar en un círculo vicioso de hábitos destructivos que no te van a llevar a ninguna parte. Lo digo porque he actuado algunas de estas conductas, y luego me di cuenta que simplemente era hacer un daño gratuito e idiota a mi persona.

Eso sería con respecto al instinto de muerte en la autodestrucción. Luego escribiré algo acerca de esta pulsión cuando va dirigida hacia los demás. Dejo un videoclip que encontré recién, no conozco ni en pelea de perro a los autores.


sábado, 12 de julio de 2014

Red Hot Riding Hood, la inmortal obra de Tex Avery

Tex Avery fue un célebre dibujante estadounidense cuyas creaciones vieron el éxito durante la edad de oro de Hollywood, a través de los primeros capítulos de series tan trascendentales para la animación como lo fueron el Pato Lucas, Bugs Bunny, Droopy y otras. Algunos han llamado "la animación esquizofrénica" a su estilo de hacer caricaturas, las cuales destacaban por lo frenéticas, vertiginosas e irreales, demoliendo toda clase de leyes naturales o lógicas. Esta manera de romper esquemas en la animación, lo dejó en la historia del audiovisual, con un extenso legado que podemos disfrutar hasta nuestros días, cada vez menos, pero que aún permanece en la memoria colectiva.

Una de estas genialidades, en lo personal una de mis favoritas, es la versión bohemia de Caperucita Roja, Red Hot Riding Hood, en donde se muestra a caperucita como una exuberante showoman en un club nocturno, siendo admirada por el lobo, quien vestido de smoking, se encuentra totalmente excitado durante todo el capítulo. La expresión corporal es elocuente. Debido al éxito rotundo de este cortometraje, estos dos personajes siguieron apareciendo en secuelas o versiones similares a partir del original, así como también, han sido inspiración de otros dibujos animados, películas o videos musicales.

A continuación, algunos fragmentos y capítulos que he podido encontrar:




viernes, 11 de julio de 2014

De lo privado a lo público

El espacio privado es una instancia que todos necesitamos en nuestro día a día, en mayor o menor medida. En lo particular, lo necesito bastante. Siempre he sido un tipo solitario; ya sea en la casa, en el colegio o en la u, la verdad es que nunca me he rodeado de grupos numerosos. La soledad siempre ha sido mi inseparable compañía. Mi organismo me la pide. Hay personas que no la necesitan tanto. Pero yo sí.

La filosofía oriental del Tao, identifica lo privado y el refugio con la energía Yin, lo femenino. En contraste con lo público, el mostrarse y socializar, es decir, el polo Yang. Si analizamos los roles tradicionales de los géneros, se muestra una tendencia a la diferenciación del uso de espacios entre el hombre y la mujer. No sé si es algo manifestado instintivamente, o impuesto culturalmente. Cabe agregar que desde que el trabajo remunerado existe, ha habido mujeres ejerciendo cargos en espacios públicos. Y desde que la institución del hogar es tal, ha habido hombres a cargo de labores en el espacio privado. Quizás el tema del espacio público/privado está bastante teñido por tradición de nuestra cultura, que sigue reproduciendo estos modelos ya sea a través de la publicidad o el discurso público en general. Sin embargo, es un hecho que entre los géneros femenino y masculino se dan ciertas tendencias diferenciadoras que no podemos desconocer, y eso ha ocurrido en prácticamente todas las culturas.

Otto Rank, con su teoría del Trauma del Nacimiento, propone una visión bastante interesante que resulta muy pertinente al tema de los espacios público y privado. Todos nacemos a través de una mujer, verdad? Hasta donde yo sé, no hay bebés que se conciban sin un período de gestación uterino. Pues bien, al nacer, abandonamos a ésta fémina que es nuestra madre, para salir a un mundo hostil como el exterior. Pasamos desde un medio acuático, amable, confortable, y además, sólo para nosotros, a tener que compartir una atmósfera y una realidad con cientos de personas que no conocemos, entrando en una frenética guerra social en la cual si no te defiendes un mínimo, pierdes. Y donde la defensa son las habilidades sociales, y la derrota es el aislamiento social, inclusive la marginalidad social, que sería el extremo. 

Por lo tanto, sabemos que el papel activo en el espacio público lo tenemos que ejercer todos y todas, casi como obligación. Sin embargo hay situaciones más agradables que otras. Muchos hemos pasado por situaciones incómodas frente a los demás, ya sea que hayas ido a un carrete malo o tener que compartir una situación cualquiera con gente con la que no te llevas, ya sea por diferencia de edad, de ideología u otra barrera que impida establecer un contacto emocional positivo con ese grupo de personas. En lo personal, trato de evitar estas situaciones, pero hay veces en que no se puede, y que más da, hay que enfrentar de la mejor manera que se pueda. Si existiera la teletransportación...

Otro concepto pertinente a esta situación tiene que ver con la zona de confort. Hace unos días, publiqué un video que aborda este interesante tema, en esta entrada: http://psicodeliza.blogspot.com/2014/07/la-orientacion-vocacional.html. Para estos efectos, la zona de confort es como ese útero que nos cobija, esa cama calentita, ese ambiente acogedor. Es tentadora, pero hay que salir de ella si quieres desenvolverte de manera provechosa en la vida. Luego, no hay nada de malo en volver; de hecho, es necesario. Para mí, es intransable.